El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell, juzgado desde el lunes por la Audiencia Nacional española por presunto blanqueo, será puesto en libertad provisional tras 21 meses en prisión preventiva, está acusado junto a su esposa y cuatro colaboradores de “lavado de capitales a gran escala” de al menos 19.9 millones de euros desde 2006 procedentes de supuestas comisiones de la Federación brasileña de Fútbol(CFB).
La fiscalía de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, reclama para él 11 años de cárcel y una multa de 59 millones de euros. El caso se centra en un contrato firmado en 2006 para vender la retransmisión de 24 partidos amistosos de la selección brasileña a una compañía con sede en Islas Caimán.
Rosell, que había sido directivo de Nike en Latinoamérica, siendo uno de los artífices del contrato de la multinacional con la ‘canarinha’, medió en esa operación a través de una empresa propia dedicada al marketing deportivo. Se le acusa de haberse beneficiado de dinero obtenido ilegalmente por Ricardo Teixeira, exvicepresidente de la FIFA y expresidente de la federación brasileña investigado por la justicia en Brasil y Estados Unidos en el marco del escándalo de corrupción ‘Fifagate‘.