Después de un debut abrumador, con dos goles y una asistencia en 20 minutos contra el Granada (6-1), el delantero uruguayo Luis Suárez vivió el miércoles ante el Huesca (0-0) la otra cara de su nueva normalidad como jugador del Atlético de Madrid: la reducción de opciones de gol respecto al Barcelona. Solo una ocasión tuvo el punta charrúa en 60 minutos en El Alcoraz, su primera oportunidad como titular en el esquema del entrenador argentino Diego Pablo Simeone, que le puso de inicio junto al portugués Joao Félix en la punta, y con Marcos Llorente y Víctor Machín ‘Vitolo’ en las bandas, otras dos novedades.
Con el recuerdo aún fresco de sus espectaculares primeros 20 minutos de rojiblanco en el Wanda Metropolitano contra el Granada en los que marcó dos goles y dio una asistencia, salió por primera vez como punta de referencia ante un Huesca que le dio la iniciativa al conjunto visitante y acumuló muchos jugadores entre la defensa y el centro del campo para dificultar el avance rojiblanco. Fruto de ello, el uruguayo se pasó la primera parte sin tener ni una sola ocasión clara a puerta. Sí que intentó combinar, especialmente cayendo a la izquierda junto al brasileño Renan Lodi y Vitolo, o recibiendo de espaldas a la portería para hacer progresar el juego de Joao Félix, sobre todo en los primeros 20 minutos.