Los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio anunciaron que podrán contar para el verano de 2021 con un 80 por ciento de las sedes deportivas que estaban inicialmente previstas para el evento, mientras que continúan negociando la disponibilidad de las restantes. La disponibilidad para el verano de 2021 de las 42 sedes deportivas que se habían preparado para las fechas originales de los Juegos es uno de los principales escollos que afronta la organización desde que se decidió retrasarlos un año debido a la pandemia de coronavirus COVID-19. Entre las instalaciones disponibles con total seguridad para 2021 se encuentran las construidas específicamente para los Juegos, como el nuevo Estado Olímpico de Tokio, así como el coliseo Super Arena de Saitama, donde se disputará la competición de baloncesto, explicó Muto.
El 20 por ciento de las sedes restantes “está aún bajo negociación” y por el momento se desconoce si podrán usarse para 2021 o si los organizadores deberán buscar alternativas, añadió el CEO de Tokio 2020. Entre las sedes cuyo uso olímpico está en el aire se encuentra el centro de convenciones Makuhari Messe, que iba a albergar las pruebas de taekwondo, esgrima y lucha olímpica este verano, pero que ya ha sido reservado para otros actos en las nuevas fechas de los Juegos. Al margen de las instalaciones deportivas, los organizadores están “aún en negociaciones” con las entidades propietarias de la Villa Olímpica, el complejo donde estaba previsto que se alojaran los atletas y que se convertirá en viviendas para uso particular después de este verano, según Muto Tampoco está claro si podrá usarse el espacio que estaba reservado para los 25.000 deportistas acreditados para los Juegos, el centro de exposiciones Big Sight, dijo el responsable de la organización, que está tratando de “coordinar la agenda” con el Gobierno Metropolitano de Tokio, propietario de las instalaciones. Otra de las dificultadas derivadas de posponer los JJ.OO. concierne a la aportación de los patrocinadores olímpicos, algunos de los cuales podrían retirar su respaldo debido a la incertidumbre que aún pesa sobre los Juegos debido a la pandemia o a los problemas económicos que atraviesan en este contexto.