El Wolverhampton Wanderers devoró este jueves al Espanyol con tres goles del portugués Diogo Jota y dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria en la Europa League (4-0). Al Espanyol le faltó experiencia en esta clase de cruces y un hat trick de la estrella de la noche Diogo Jota, aupado por los errores defensivos de los españoles, más un golazo de Rúben Neves, sentenció la eliminatoria. Los Wolves estuvieron bien asistidos por un Adama Traoré espectacular por la banda, convirtiéndose en la mayor amenaza para el cuadro catalán, como si tuviese cuentas por saldar de su etapa en el Barcelona. Adama, partiendo como extremo por la derecha, sacó de quicio a Didac Vilá, incapaz de lidiar con su velocidad y fuerza al choque. En una de sus cabalgadas, forzó un córner y él mismo se colocó para lanzarlo. Lo hizo en corto para que Joao Moutinho pusiera una rosca al primer palo, donde apareció Jiménez para peinar. El balón se coló entre la defensa blanquiazul y Jota, en el corazón del área remató con pierna derecha con tan buena suerte que su disparo tocó lo justo en la cadera del capitán Víctor Sánchez para meterse en la portería. No paró ahí la exhibición de Adama, que tuvo en su bota derecha el segundo, pero en el mano a mano, tras un grotesco error de Naldo, Prieto sacó un pie milagroso para mantener al Espanyol en la eliminatoria.
De errores iba la cosa y Rui Patricio estuvo a punto de cometer uno de los peores de la temporada. Intentó despejar con el pie un balón llovido y falló, haciéndose un lío y perdiendo de vista el balón. Ferreyra lo vio y corrió a por la pelota, encontró el cuero, pero su disparo lo sacó una increíble mano del arquero portugués. Con la llegada de la segunda parte, el Espanyol tuvo que irse más arriba para conseguir algo y comenzó a tirar centros al área. En uno de ellos, Wu Lei giró bien el cuello pero su remate se marchó cerca del palo. Cuando mejor estaban los pericos, les llegaron dos bocados más que dejaron la eliminatoria prácticamente muerta. Ambos golpes, provocados por la pasividad de la defensa perica. Primero, Rubén Neves se encontró con un flojo rechace en la frontal del área, embolsó el balón y sacó una volea impecable. Después, una buena combinación del Wolves terminó con Jota bregando con Gómez dentro del área y sacando un disparo mordido que se coló por el primer palo de Prieto. Para redondear la goleada, Jota hizo su hat trick con un disparo raso desde la frontal. Pudo ser incluso un castigo mayor, si un disparo de Pedro Neto desde fuera hubiera ido para dentro en vez de estrellarse en la cruceta.