Una de las medidas de seguridad para el próximo clásico regio será prohibir la formación de caravanas de aficionados, de acuerdo con autoridades estatales.
Luego de reunirse en el Palacio de gobierno funcionarios y directivos de Tigres y Rayados, anunciaron que implementarán un plan para integrar esfuerzos, aplicar vigilancia y disolver caravanas de manera ordenada el sábado 9 de marzo. Además, afirmaron que destinarán 2 mil 500 elementos de seguridad pública, de Fuerza Civil y corporaciones municipales, así como oficiales de seguridad privada, aunque no precisaron los horarios en los que harán vigilancia de las zonas cercanas, con tal de evitar poner sobre aviso a los fanáticos.
Dentro del BBVA, en Guadalupe, habrá mil oficiales en áreas en las que no se venderán boletos para crear un cerco, además de hacer uso de las cámaras de circuito cerrado para identificar a quienes acudan en grupos con las características de las barras. González afirmó que las medidas podrán convertirse en un plan permanente para evitar riñas dentro del lugar y en los alrededores, mientras los seguidores de ambos equipos transitan hacia el evento, como ocurrió el 23 de septiembre de 2018, cuando un aficionado felino resultó herido de gravedad.